lunes, 30 de julio de 2012

El mar.

... y nos enamoramos nuevamente,
mientras acariciabas mi piel
y besabas mis cabellos.

Nos enamoramos sin dudar y en segundos,
porque siempre nos pertenecimos,
toda la eternidad seríamos para el otro.

Observamos el ocaso
mientras jugaban nuestras manos,
y bailamos nuestra eterna danza,
donde tu me contienes,
y yo sólo me dejo llevar.

Y una vez más se aproxima la fecha de separarnos,
mientras sigues susurrando mi nombre
por encima del sonido de tus pasos,
mientras coqueteas conmigo,
haciéndome anhelar el próximo encuentro.

Nos enamoramos de nuevo,
mientras acaricias mis cabellos
y besas mi piel,
con tus manos de brisa,
y labios de sal.

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