Me molesta que me persigas
como si yo fuese una presa a ser cazada,
nunca me sentí peor que ahora,
porque siempre me sentí como mujer,
tu me haces sentir como un animal grácil...
pero animal a final de cuentas.
No me siento como la mujer soñada
y tengo el presentimiento de que no lo seré,
pero el que me hagas sentir cosas
con carnadas para ver si caigo,
me molesta en exceso.
Algunos amigos dicen que soy como la potra zaina,
indomable, inquieta, caprichosa y orgullosa,
otros sencillamente piensan que mi locura es mi belleza.
Tú, por otra parte, seguramente piensas que no soy
nada más que un objeto...
Siempre has perseguido mi cuerpo?
O el trofeo es decir que estuviste conmigo?
Explícame como entender la situación
porque me harté de los hombres como tu,
que piensan que ganan talento cuando conquistan mujeres,
y luego las dejan con sus marañas hechas.
No se trata de amor,
jamás fue por cariño,
esto va sobre orgullos,
y de quién persigue...
y quién es el perseguido?
1 comentario:
Diría que solo tú determinas tu destino, pero eso ya lo sabes. Se trata ahora de pensar las cosas un poco más (¿será necesario?) o empezar a vivir diferente, de la manera en que quieres ser, hasta donde eso te lleve!
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