Juguemos una vez más a las escondidas,
a que el mundo nos oculta del otro,
y a que nadie nos ayuda a encontrarnos.
Comencemos el juego que nunca termina,
donde tu te escondes y yo te busco,
y yo me escondo y tu estás con otra.
Juguemos a ser la pareja normal,
donde tu engañas
y yo trato de obviar el engaño.
Hagamos de cuenta que somos
exactamente quienes creemos,
y dobleguemos el deseo,
por una única vez,
y con eso mirémonos...
Por una vez, déjame mentirte,
engañarte despiadadamente...
permíteme jugar al engaño,
jugar a ser quien soy,
y no quien tu crees que eres.
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