Miro el reloj, y soy consciente de que las manecillas ya dieron vuelta
ya pasaron 4 horas desde que te comencé a esperar.
Esperé porque soy impaciente, y esta es la manera en la que puedo hacerlo,
mirar el reloj y pensar en las cosas.
Puedo recordar el día en el que te conocí,
y juro que pensé que era una lástima que de todas las personas,
justo eras tu.
... Porque nunca asumo que nadie se queda,
después de todo, siempre me voy yo antes,
justamente por eso desee que tu lo hicieras,
que te quedaras un rato más.
Recuerdo perfectamente las noches,
cuando me quedaba en mi casa,
oliendo el aroma de tu perfume en mi piel,
y luego dormía plácidamente, pensando en el día siguiente.
Ahora miro el reloj, inquieta, porque no sé qué vendrá luego,
creo que pasarán tres días antes de borrarte de mi vida,
y luego pensar: Seguramente nunca me lo vuelvo a encontrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario