lunes, 27 de junio de 2011

Pasado

Miro como llueve, y te acercas a mi, sosteniendo un café que sabes que no tomaré...

Quiero caminar bajo la lluvia, empapar mi piel... correr por la arena mojada y terminar empegostada con agua, arena y sal.

Sonrío a tus ojos que me miran...

Tus ojos.. Esos ojos por los que durante tanto tiempo hubiese dado lo que fuera por tener a diario en mi vida... y que ahora me parecen vacíos, sin nada que ofrecerme...

Hemos crecido, hemos avanzado en el tiempo, en diferentes direcciones, y aún así, nuestros destinos coinciden una que otra vez para poder contarnos mutuamente lo bien que nos va sin el otro.

Miro en ese ámbar mi reflejo y retiro mi mirada al café.. como sabes bien, no tomo café, y aún así, siempre ordenas lo mismo para mi... esa maña tuya de pedir lo que los otros odian... mi maña de dejarte escojer por mi. Quizá por eso no coincidimos en la vida más seguido.

Te amé, te adoraba como si fueses sagrado, idolatraba tu risa, y esperaba ansiosa tu llamada, a diario... ansiaba ese beso que se da tan suave que nunca dura.. ese beso que siempre llega cuando nos vemos, aunque nuestros corazones no lo anhelen.

Me despido de ti, y camino bajo la lluvia, sin paragüas... Necesito lavar tu olor y tu piel... cualquier indicio que me haga pensar en ti... No quiero volver a pensarte en otros tres años, cuando vuelvas a mi camino una vez más... sin quererme realmente, y sin quererte yo a ti.



No hay comentarios: