Tomo de la copa que me diste de beber..
Contamino mi cuerpo con ese líquido dulce y amargo, que engaña los sentidos y te hacen pensar que todo está bien, a pesar de que el techo cae sobre tu cabeza.
Huelo el humo que sale de la punta de tu cigarro... y luego inhalo humo del mío, mientras pienso en la falsedad de tus palabras. Hacia donde quieres que vaya? Tu me obligaste a mirarte, y después vas hacia otro lado, como queriendo decirme que ya tenías mi atención y dejé de importarte.
Me sirvo un poco más de ese vino denso que trajiste, y que a pesar de saber que es venenoso, prefiero tragarlo y entretener mi boca con su sabor falso... lo prefiero mil veces antes de chocar contra el muro de humo... mil veces antes de admitir mi derrota, como un aquiles con la flecha en su tobillo.
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