Me pides que no sufra por ti,
mientras me besas con pasión
y me hablas de atracciones fatales...
No puedo imaginarme qué parte de tu mente
tiene el mayor dilema,
si la parte que me desea con pasión,
o la sensata que sabe que todo está mal...
Luego pensaré en si dejaré que duela,
pero por los momentos me propongo
a que sepa bien en todos los lugares,
que todos los pensamientos sean
tan calurosos como siempre han sido,
y que tu cuerpo y el mío sigan su rumbo...
Porque... ¿qué tiene de divertido todo esto,
si no llegamos a alguna parte?
Las atracciones como la nuestra
nunca han sido sanas o coherentes,
siempre han sido fuego puro y condensado...
El problema es que me pides que no sufra
cuando haces que todo queme por dentro
y que mi pasión se desborde por los lados,
por todas partes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario