Te miraste horrorizada al espejo,
no entendías cuándo habías envejecido tanto.
Pareciera ayer cuando por fin cumpliste 20,
y hace unas pocas horas cortaste el pastel de tus 30.
Se te perdió una década entre amores sufridos, tragos y noches de desvelo.
Ya no tienes pechos tersos, ni abdomen plano,
ya no sabes cuáles son los grupos de moda,
y no te acuerdas de cuándo fue la última vez que pisaste una disco
para buscar una aventura nocturna y luego borrarla...
De pronto tienes que hacer dieta,
porque tu cuerpo no parece seguirte el paso,
te da sueño más temprano...
Se te fue el tiempo,
y ahora quieres todo lo que antes no te preocupó...
Todos los hombres buenos que dejaste ir
se casaron y tienen hijos,
o no quieren saber de ti.
Te vi esa década, de lejos,
y pasé de suspirar por el aroma que tu piel emanaba,
a ver con tristeza como tu flor se marchitaba.
Y tu siempre tan bella y tan perenne en tu adolescencia...
te tocó madurar, o le tocó a tu cuerpo,
mientras antes escogías a los hombres,
ahora te conformas con ser la amante... La otra.
Pero sigues imaginando que tu reflejo será el de antes,
el de una década atrás,
cuando eras la flor más bonita y aromática...
Ahora no eres más que popurrí.
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