... Y de repente me fui a dormir, pensando en lo mucho que me gustaría poder viajar en el tiempo o el espacio con sólo pensarlo o desearlo.
Mis sueños se volvieron fantasías y estas se volvieron mis sueños ¿En qué momento dejé de ser racional? Puedo respirar si lo deseo, pero no bajo el agua. De pronto cambiaría mi vida completa sólo por querer experimentar algo más allá de mis límites y coqueteo ante la posibilidad del dolor, del sufrimiento y de la decepción.
No soy yo, eres tu. No eres tu, soy yo. ¿Importa quién está loco, si todo lo que se hace en la vida es pensar contínuamente en probarle a los demás que no se está demente? No estoy loca porque puedo ver hacia fuera y entender a los demás. Pero puede ser que esté loca porque miro hacia dentro y no encuentro más que el agujero que he intentado llenar con libros, música y conversaciones... Con momentos suplerfluos.
Puede que sea todo una mentira, que no exista nada más en el planeta más que esa oscuridad y que a todos nos rodea, porque nadie puede afirmar que existe luz si no ha conocido la oscuridad. Así que la idea de poder moverme en el tiempo y en el espacio a voluntad ha comenzado a tomar forma de manera volátil. Sería tan divertido poder hacerlo... Llegar a los momentos cumbres de tu vida y ver cómo ocurre lo que ya conoces, llegar a un lugar determinado donde sabes que está alguien esperándote porque vas tarde, caminar por las épocas para observar sin ser observado.
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