Ayer te vi caminando por la calle, ibas como flotando sin darte cuenta de cuántos hombres te miraban. Seguro estás acostumbrada a ello, con tu belleza inusual y tu contoneo al moverte sabes que atraes a cualquiera; Pero te da igual. Te miraba pensando qué estarías escuchando, porque ibas como cantando para ti misma. Eres valiente, yo no podría hacer eso sin temor a que me tildaran de loco.
Te observé mejor, con esa minifalda de jean con agujeros que sabes que es demasiado corta, pero no te importa, de todas formas, no cualquiera puede usarla. Tienes las piernas largas y casi infinitas. Tu cabello larguísimo y con destellos de color chocolate iban presos en un moño alto, pero caía por tu espalda, moviéndose de un lado a otro, como el péndulo de un reloj. Vi como sacabas del bolsillo ese ipod rosa que tanto te entretiene mientras caminas por la peligrosa ciudad. No sé cómo vas sola por la calle, yo no te dejaría caminando a solas mientras muchos hombres te ven y piensan en ti como yo estoy pensando.
Un día de estos me atreveré a invitarte a salir. Me pararé frente a ti y me presentaré, con mi disfraz de empleado, de gerente de una importante oficina, y tu con tu disfraz de chica universitaria. Te veré caminando por acá otro día de esta semana, estoy seguro, y te invitaré a un café.
Imagen de meenie
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