no tengo ni idea de fútbol o béisbol (no hablemos de otros deportes),
jamás he oído música que no me agrade sólo por complacer,
y nunca he entrado a un bar sola.
Soy lo que soy, ni más ni menos,
una chica solitaria en medio de una ciudad,
que no es tan grande, pero si es extraña.
Muerdo mis labios cuando estoy nerviosa,
nunca me corto el cabello, a menos que esté destrozado,
estoy obsesionada con caminar bien,
no tengo buena postura al sentarme, porque era mi forma de parecer "casual",
tengo el hábito de escribir en cualquier hoja o papel,
leo hasta tarde y puedo hablar por horas con cualquiera que quiera escucharme.
Odio el ejercicio, pero como sano para no estar gorda y no enfermar,
estoy obsesionada con mi piel y mi salud,
puedo coleccionar perfumes, pero sólo me he comprado uno sólo en toda mi vida.
Nunca quise modelo, porque se matan de hambre,
siempre quise ser la más inteligente, pues era un reto tratar de superar a mis hermanos mayores.
Jamás intenté ser la más bonita, pero siempre la más sexy.
No tengo más que una amiga, y el resto son chicos que conozco,
y que puedo apostar que más de uno me llevaría a la cama y se olvidaría de mi.
Tengo muchos cuadernos y pocas veces los termino antes de comprar uno nuevo.
He escrito desde que aprendí,
poemas, cuentos y novelas...
Que nadie ha leído y que a nadie se los he enseñado...
Puedo hablar de sexo sin complicarme,
y puedo ser coqueta sin darme cuenta de ello.
Soy dulce en ocasiones,
y seca e insensible muchas otras.
No tengo razones para escribir este post,
es más, no quiero hacerlo,
estoy sacando lo que puedo sacar,
quiero limpiarme por dentro,
ser impoluta mentalmente.
Es imposible ser perfecto...
¿Pero está mal tratar de serlo?
1 comentario:
Pensé en la conversación de hace un rato
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